La Dieta después de la Dieta

La Dieta después de la Dieta – Cuando iniciamos una dieta para adelgazar debes ser consciente de llevarla a cabo cumpliendo sus requerimientos y no fallar en el intento. La meta es llegar al peso que consideramos ideal, con el que nos sentiremos a gusto con nuestro propio cuerpo.

Por esta razón, es imprescindible tener en cuenta ciertas pautas que nos asegurarán no volver a engordar jamás.

La Dieta después de la Dieta consejos

Preste atención a estos consejos para combatir definitivamente la obesidad:

Trate de comer todos los días a la misma hora. Esto ayuda a hacer mejor la digestión y, además, impide que caigamos ante un ataque de hambre. Si llega la hora de la comida y no tiene hambre, coma igual. Puede ser algo liviano como ensalada de frutas, un yogur o alguna ensalada de verduras. De esta manera, mantendrá el nivel de azúcar estable.

La Dieta después de la Dieta - Prepare su comida de manera que resulte apetitosa. Tenga en claro que comer una ensalada o cualquier otra comida light debe tener tanta elaboración como un plato híper calórico. Adórnela con morrones de distintos colores, tomates, alcaparras, plantas aromáticas y frutas.

Lo que significa que debe eliminar de su despensa y de su heladera todos los alimentos que tengan un alto contenido de grasa y de azúcares.

La Dieta después de la Dieta planee lo que va a comer durante la semana.

 La Dieta después de la Dieta - Lo peor que puede ocurrirle a una persona que se cuida es quedarse sin menú, ya que es la excusa ideal para comprar comida hecha o una pizza. Dedique un día en el fin de semana para preparar y envasar la comida.

La Dieta después de la Dieta y si te da ansiedad que hacer

Dese un baño de inmersión, salga a pasear, hable por teléfono, vaya al cine, lea un libro, juegue con los niños. Si no lo calma, coma algún alimento de los permitidos, preferentemente de los que hay que masticar bastante. Ellos pueden ser un tallo de apio, gajos de hinojos o una zanahoria.

La Dieta después de la Dieta recomendaciones importantes

Visualícese con su peso ideal o mírese al espejo - Mirarse en un espejo y ver la imagen que siempre quiso tener es motivo suficiente para no comer exageradamente. Si esto no le da resultado, pegue una foto suya con exceso de peso en la puerta de la heladera (u otro lugar) y otra con su imagen actual.

Considere al agua como su gran aliada - El agua es uno de los regalos más maravillosos que nos brinda la naturaleza. No solo nos ayuda a mantener limpio e hidratado nuestro organismo, sino que ayuda a llenarnos. No tiene calorías, calma la sed y la ansiedad. Por eso, no deje de beber al menos de 6 a 8 vasos diarios de este líquido. Si no desea beber agua en cierto momento, sustitúyala por jugos de frutas frescas rebajados con agua, pero sin exagerar.

La Dieta después de la Dieta - Antojo por los dulces - Ante esta situación, no hay que salir corriendo en busca de un alfajor o una caja de bombones; si bien se puede pecar de vez en cuando, lo mejor es recurrir a las barras de cereales, mermeladas light u otro producto de la infinidad que existen en el mercado.

Cuidado con el calcio y las proteínas - Reducir el consumo de grasas no implica decirles adiós a las proteínas. Si consume menos de las que debe diariamente (alrededor de unos 45 g diarios para una mujer de 61 kilos), puede sentirse débil y, a la larga, perder músculo y tonicidad.

Recuerde que las proteínas no solo se obtienen comiendo carne, sino que los granos, como los porotos negros, colorados, blancos, los garbanzos, las habas, las semillas, los huevos y los cereales las contienen en alto porcentaje. Tampoco descuide la ingesta de calcio suficiente, lo que es esencial para mantener el espesor de los huesos y evitar la osteoporosis.

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